A pesar de lo que hayas escuchado, para meditar no necesitas unirte a un club o grupo, pagar membresías, utilizar ropa específica, sentarte en una posición rara, o creer en cualquier cosa en particular.

Es un ejercicio para tu cerebro, es simple, secular, y validado científicamente. A continuación te presentamos los 3 pasos básicos:

  1. Siéntate con las piernas cruzadas, tu espalda recta, y tus ojos cerrados.
  2. Pon tu atención en la sensación de tu respiración entrando y saliendo. Busca el lugar de tu cuerpo donde lo sientes más, usualmente es tu nariz, o por tu pecho, o tu estómago. Solamente enfoca toda tu atención en la sensación del aire entrando y saliendo. Ahora, en cuanto comienzas a hacer esto, tu mente se va a salir fuera de control, se va a volver loca. Va a comenzar a pensar cosas como “¿qué voy a comer el día de hoy? ¿Por qué dije esa cosa tonta a la persona que me gusta? ¿Qué me voy a poner mañana? ¿Dónde estará mi gato? ¿Cómo me irá en el trabajo mañana? Etc., etc.,  Tu mente va a estar vuelta loca, y eso está bien.
  3. El punto 3 es notar cuando te has perdido en el tren del pensamiento y volver a comenzar, a re-enfocarte en tu respiración nuevamente.

Y luego volver a empezar.

Y luego volver a empezar de nuevo.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

Cada vez que haces eso, es como estar haciendo pesas con tu mente. A través de investigaciones, los científicos lo han confirmado en estudios en laboratorio; la actividad cerebral aparece en los escáneres.

La meditación es un acto radical. Estás rompiendo un hábito de toda la vida de andar caminando perdido en tu mente, en la neblina de proyección y cavilación, y te estás enfocando en lo que realmente importa: el aquí y el ahora.

La meditación es completamente diferente a lo que haces en el resto de tu vida: el fallar es en verdad un logro, ya que todo el mecanismo es: intentarlo, fallar, volver a comenzar. Es el hacerlo una y otra vez que ejercita nuestra mente y enfoca nuestra atención, nuestra consciencia en un punto específico. Esto te ayuda a mejor concentración en la lectura o estudio, menos reactividad emocional, disminución del estrés y la ansiedad, ¡entre muchas cosas más!

Nuestro consejo es el siguiente: medita todos los días. Comienza con 5 a 10 minutos cada día. ¡Eso es todo!  No requiere una enorme inversión. No importa que tan ocupado estés, tienes entre 5 a 10 minutos para hacer esto. Te garantizamos que hará una gran diferencia en tu vida. Tu salud te lo agradecerá y tu felicidad crecerá.

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